LCD Soundsystem- Sala Razzmatazz, 06/11/2010, BCN.

Los visionarios del Dance Punk o Post Punk (Como queráis llamarlo), volvían a BCN en menos de seis meses (su anterior show fue en festival Sonar) para presentar las nuevas canciones contenidas en “This is Happening (2010)”, que viendo lo visto son las que más se acercan a la etiqueta anteriormente indicada.

Personalmente, no soy una de las personas más indicadas para analizar a fondo la música de James Murphy (uno de los tíos con menos carisma o comunicación con su publico), ya que no puedo evitar enfocar todos los shows a los que existo con un prisma rockero, pero siempre teniendo en cuenta la propuesta de la banda que tengo delante, quizás no sea todo lo objetivo que debería. Por otra parte, la noche del sábado no estaba demasiado receptivo, una serie de factores como que la gente se piense que por pagar un ticket tiene derecho a molestar a todo el que se encuentra a su alrededor, o un “capullo” tire desde el piso de arriba de la sala un vaso lleno, mojando a un servidor y a la gente que tengo a mi lado, generan que la noche no fuera del todo rodada, así que tomaros esto como una apreciación personal del universo LCD Soundsystem.

Partimos de la base que encuentro innecesario tanta cacharrería sobre el escenario, tres mesas de efectos, varios kits de percusión, dos bajistas, a veces dos guitarras, joder ni que fueran Emerson, Lake and Palmer o Yes. Pero bueno, con un arranque algo tranquilo interpretando temas de su nuevo album como “Drunk Girls”, la cosa se fue caldeando poco a poco, para explotar en la parte central del show donde reinterpretan sus temas más clásicos.

Y para mi es en esos momentos donde esta el problema (digo para mí, porque su público baila y disfruta como locos, claro), en la reinterpretación de sus temas insignia, ya que creo que pierden la frescura original, ya sea aplicándoles un ritmo pseudo funky “Daft Punk is Playing at my House”, en detrimento de su origen guitarrero, o bien el excesivo ruidismo electrónico chirriante o “Ravero” de temas ya emblemáticos como el “Tribulations”, en una interpretación digna de los mejores festivales electrónicos, solo con las guitarras afiladas saliendo al rescate en su parte final.

Pero bueno, en su parte positiva me quedo con las interpretaciones vocales de Murphy en algunos temas, algo así como si Morrissey tuviera un proyecto pseudo electrónico y las partes en las que los ritmos de los dos bajistas marcaban el tempo, o el momento acople del guitarrista en pleno delirio Punk (eso sí, su instrumento toda la noche fue el más bajo de volumen).

Como último apunte, hubiera preferido otra estructura en el setlist, ya que toda la energía que do centrada en la parte central del show y el único bis de tres temas quedo algo flojo comparado con el resto del show. Pero bueno, sus fans ya venían con las ganas de casa (El Sold-Out lo demuestra) disfrutaron mucho del show, que posiblemente es lo que le importa a la banda.