A principios de los 90’s a una gran parte de las generaciones rockeras les impacto un tema de una banda que tejía un puente entre los sonidos de carácter metálico y alternativos. El tema era “Unsung”, la MTV lanzo su vídeo en todos sus programas y puso a Helmet en la órbita musical. Esa generación casi sin tiempo para darse cuenta, se encontró con un nuevo producto de la banda “Betty (2014)”, el disco ahondaba en la propuesta anterior, sobre todo con una primera parte explosiva y enganchaba definitivamente a la generación Alternativa, teniendo buena parte de culpa también la película “The Crow (1994)” donde aparecía el tema “Milktoast” y que se lanzo como vídeo clip con imágenes de la misma.
Es de recibo reconocer a Page Hamilton su influencia en multitud de bandas, tanto de la escena Hardcore más metálica como de las generaciones de “Nu-Metal” que vinieron tras ellos. Así mismo, si en su época de esplendor el formato banda era el que prevalecía sobre Helmet, desde que Hamilton decidió volver a dar vida a la misma, ésta es su proyecto en solitario, aunque hay que reconocer al buen trabajo de los músicos que le acompañan, llevando éstos ya el tiempo adecuado junto a el para estar totalmente compenetrados y sonar muy bien.
Si hace un par de años, en la misma sala disfrutamos de la interpretación de otro gran disco como “Meantime (1992)” que interpretaron en orden inverso (Si, Metallica copiaron esa idea para el Black Tour de hace unos años) en esta ocasión se respeto el orden del formato álbum, pero con el añadido de un buen puñado de temas de todos sus discos, dando forma aun total de 28 temas, empezando por “Wilma’s Rainbow” y rematando con “In The Meantine” bajo un muro de distorsión.Si bien es cierto que el show fue de menos a más a nivel de intensidad, con un Hamilton que poco a poco se mostró más comunicativo (debemos recordar que hacia escasamente dos semanas que sufrió el fallecimiento de su padre) y que fue subiendo tanto volumen como distorsión para la ejecución de sus clásicos.
La primera parte del show no deparo sorpresas y solo los temas más “experimentales” de la obra a presentar, pudieron generar algún pequeño bajón, pero la segunda parte del show sencillamente es difícil de superar. La banda realizo un repaso a la práctica totalidad de sus discos, desde los temas más brutos de sus inicios como un recuerdo al fantástico “Afterstate (1996)” en varias ocasiones. Por otra parte, la sala presento un buen aspecto con un cierto ambiente nostálgico a nivel de los “Mosh Pit” y “Stage Diving” que se crearon, dando forma aun show muy potente y completo a todos los niveles, la cara y agradecimiento de Hamilton así nos lo hacían ver.
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