Asistir a un show de AC/DC en pleno 2015 significa seguir un ritual rockista por parte de unos seguidores que se entregan con todas sus fuerzas a una banda que si bien se encuentra en sus últimos días y mermada de miembros originales, ésta les ofrece lo que todos esperan, un par de horas de comunión donde todos los "tics" posibles de una gran show retro alimentan sentimientos. Todo empieza cuando se apagan las luces y un mar de cuernos rojos que se han convertido en el gran e infernal icono de los australianos se disponen a ser poseídos por los riffs de guitarra de un Angus Young que todavía tiene el don de antaño y la voz aun mas rasposa de la habitual de Brian Johnson, eso si, todo bajo la maquinaria rítmica engrasada.
Foto By Marco Tossa.
La excusa de un nuevo álbum implica que el pistoletazo de salida se de con "Rock Or Bust", tema poco acertado para dar arranque a un show, aunque necesario para crear expectativas ante el segundo asalto con "Shoot To Thrill" donde ya todo empieza a rodar dentro de los parámetros habituales. Esta claro que la banda mantiene durante la primera parte del show un ritmo algo mas bajo para darlo todo en una segunda parte, algo así como un corredor de fondo que deja para la ultima parte de una carrera el momento explosivo de fuerza. En su repertorio asoman dos temas mas de su nuevo disco, pero recuperan piezas como "Sin City" donde la corbata de Angus rasgando su Gibson SG, una rápida "Dirty Deeds Done Dirt Cheap" o "High Voltage" suponen el lado mas setentas o una "Rock And Roll Train" de su anterior disco que encaja muy bien entre clásicos y que unos años mas tarde suena muy fresca.
Foto By Marco Tossa.
Por otro lado, se agradece el incluir un tema como "Have A Drink On Me" en su set como guiño a sus fans que se desgañitan en uno de los momentos cumbre de la noche como "T.N.T.", adoro ese tema y siempre sera para mi un momento potente en el show de los australianos. Como no, todos los tics están presentes, la campana de "Hells Bells", los cuernos de Angus en "Highway To Hell" y la pasarela elevada para otro "Must" de la noche como "Let There Be Rock" donde el solo de Angus lejos de aburrir te deja una sensación de electricidad en el cuerpo que solo el puede trasmitirte, lejos de todo virtuosismo y lleno de energía. Como no el fuego de "For Those About The Rock" y un mar de humo y fuegos artificiales dejan a todo el mundo satisfecho y con la sensación de haber visto a una banda "mítica" quizás por última vez, de esas que enganchan generaciones.
Foto By Felipe Muñoz.
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